Mantenimiento del acero inoxidable
El acero inoxidable se encuentra en diferentes productos y equipos, tanto domésticos como industriales, este material es de fácil conservación, por su resistencia, pero se tiene la errónea idea de que no requiere mantenimiento.
El Acero inoxidable está expuesto a diversos tipos de manipulación, y para poder conservar sus cualidades, es necesario seguir las recomendaciones mínimas durante su almacenamiento, manipulación y uso.
Para una buena conservación de las superficies de las piezas fabricadas en aceros inoxidables, especialmente si están al aire libre o en espacios públicos, se debe realizar un mantenimiento periódico.
El acero inoxidable es de fácil mantenimiento, regularmente sólo basta con limpiar con agua y jabón, enjuagar con agua limpia y secar con un paño, 3 ó 4 veces por año si están en exteriores y todos los días si se encuentran en ambientes higiénicos o en condiciones agresivas, fuera de estos casos debe limpiarse cuando está sucio, para que recupere su apariencia original.
La frecuencia y costo de limpieza y mantenimiento del acero inoxidable es menor que la de otros materiales, lo que lo lleva a tener un menor costo en su ciclo de vida, aún cuando la inversión inicial sea mayor.
Productos que NUNCA debes usar:
Hay productos que nunca deben usarse para el acero inoxidable, porque lo van a dañar. Por ejemplo, el salfuman, la lejía, los limpiadores en polvo, desincrustantes de cemento y los estropajos, pueden dañar y rayar la superficie. Tampoco debes utilizar limpiadores con cloro o que contienen cloruro.
El cloro es abrasivo para el acero inoxidable, y hay que tener especial cuidado, puesto que muchos limpiadores tienen cloro entre sus ingredientes, por lo que es muy recomendable leer la etiqueta del fabricante. Aunque el acero inoxidable es resistente, dura mucho en el tiempo y es fácil de limpiar, huye siempre que puedas del cloro y la lejía para limpiarlos.